...los Celos:
En una licuadora
coloque mucho orgullo,
apego excesivo,
disfunciones sexuales,
imaginación torcida,
abuso de fuerza,
baja autoestima
y un toque de sal,
licue algunos días,
exponga la mezcla,
lastime a su pareja,
aun si ésta se queja,
porque, después de todo,
al final, estará solo
y su culpa será.
...el Dolor:
En una olla grande
mezclar sus frustraciones,
sus dudas,
sinsabores,
las iras y demás.
Agregue sus rencores,
envidias y temores,
deje que hierva mucho,
casi hasta evaporar.
Tómese lo resta,
se le subirá a la cabeza,
y si al rato no le explota,
seguro le dolerá.
...la Autodestrucción:
Observe detenidamente
el apartamento nuevo
que una pareja de recién casados
compró en aquel edificio bonito
y que al menos, en un inicio
estará lleno de felicidad.
Fíjese bien
en el libro recién editado
de ese escritor que considera malo
que sus textos son vacíos y sobrevalorados
pero que fue un éxito en las ventas.
Escuche otra vez
la supuesta música con letra estúpida
del muchacho del pelo parado
y la ropa floja con apariencia descuidada
que no dice nada bueno
aparte de un par de vulgaridades
pero no para de sonar en la radio.
Mire a esos perritos
que se ven alegres cuando mueven la cola
no paran de jugar
y de tener intenciones de mimar
a quien los lleva encadenados.
Ahora, cómprese uno o dos litros
de licor del más barato,
tómelo rápido,sin agregar agua
y no coma nada;
le aseguro que mañana
no querrá levantarse de la cama.
...el Asesinato:
Toca la bocina varias veces al automóvil
que va frente al tuyo en la fila del tránsito.
Dile a la mujer del que usa camioneta blindada
que deje de aparcarse en la puerta de tu casa.
Dale veneno al perro del vecino
que tiene afuera cámaras de vigilancia.
Habla fuerte por ese teléfono carísimo que compraste
mientras vas en el transporte urbano.
Ve al banco más cercano
a retirar una cantidad fuerte de dinero.
Intenta poner un negocio
que no esté dentro de un centro comercial.
Solicita un trabajo de chófer de moto taxi,
vendedor ambulante o guardia particular.
Sé testigo de la fiscalía en el juicio
contra un ex empleado del gobierno.
Escoge un equipo de fútbol profesional
y vuélvete parte de su horda de fanáticos.
O sólo intenta ser honesto.
Probablemente, ya eres una víctima.
Ruth Vaides
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